miércoles, 15 de julio de 2015

Herpes Genital


El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS), causada por el virus del herpes simple (VHS). Este artículo se enfoca en la infección por el VHS tipo 2 (VHS-2). Causas El herpes genital afecta la piel o las membranas mucosas de los genitales.

El virus se disemina de una persona a otra durante el contacto sexual. Hay dos tipos de VHS: El VHS-1 generalmente afecta la boca y los labios y causa herpes labial (aftas) o herpes febril. Sin embargo, se puede transmitir de la boca a los genitales durante el sexo oral. El VHS-2 casi siempre causa el herpes genital y se puede transmitir a través de secreciones (líquidos) orales o genitales.

Usted se puede infectar de herpes si su piel, vagina, pene o boca entran en contacto con alguien que ya tiene herpes. Tendrá más probabilidades de contraer herpes si toca la piel de alguien que tenga ampollas, una erupción o úlceras asociadas al herpes. Sin embargo, el virus se puede diseminar incluso cuando no hay ninguna úlcera ni otros síntomas presentes.

En algunos casos, es posible que usted no sepa que está infectado. Las infecciones genitales por el VHS-2 son más comunes en las mujeres que en los hombres. Síntomas Muchas personas con herpes genital nunca presentan úlceras o tienen síntomas muy leves que ni siquiera notan o que confunden con picaduras de insectos u otra afección cutánea.

 En los casos en los que se presenten signos y síntomas durante el primer brote, éstos pueden ser graves. El primer brote generalmente sucede al cabo de dos días a dos semanas de resultar infectado. Los síntomas generales incluyen: Inapetencia Fiebre Indisposición general (malestar) Dolores musculares en la espalda baja, los glúteos, los muslos o las rodillas Ganglios linfáticos inflamados y sensibles en la ingle durante un brote.

Los síntomas genitales incluyen la aparición de ampollas pequeñas y dolorosas, llenas de un líquido claro o color paja. Generalmente se encuentran en las siguientes áreas: En las mujeres: las ampollas pueden estar en los labios vaginales externos, la vagina, el cuello uterino, alrededor del ano y en los muslos o en los glúteos.

En los hombres: Pueden estar en el pene, el escroto, alrededor del ano, en los muslos o en los glúteos. En ambos sexos: las ampollas pueden estar en la lengua, la boca, los ojos, las encías, los labios, los dedos de la mano y otras partes del cuerpo. Antes de que las ampollas aparezcan, puede haber hormigueo, ardor, comezón o dolor en el sitio donde las ampollas van a aparecer.

Cuando las ampollas se rompen, dejan úlceras superficiales que son muy dolorosas, las cuales finalmente forman costras y sanan lentamente durante 7 a 14 días o más. Otros síntomas pueden ser: Dolor al orinar. Las mujeres pueden tener flujo vaginal o pueden ser incapaces de vaciar la vejiga y requerir una sonda vesical.

Un segundo brote puede aparecer semanas o meses más tarde. Por lo regular, es menos intenso y desaparece más rápidamente que el primer brote. Con el tiempo, la cantidad de brotes puede disminuir. Pruebas y exámenes Se pueden hacer exámenes en las úlceras o ampollas cutáneas para diagnosticar el herpes.

Estos exámenes casi siempre se realizan cuando alguien tiene un primer brote o cuando una mujer embarazada presenta síntomas de herpes genital. Los exámenes incluyen: El cultivo del líquido de una ampolla o úlcera abierta. Esta prueba puede dar un resultado positivo para el virus del herpes simple.

Ésta es más útil durante el primer brote. Reacción en cadena de la polimerasa (RCP), realizada en el líquido de una ampolla. Este es el examen más preciso para determinar si el virus del herpes está presente en la ampolla. Los exámenes de sangre en los que se analizan niveles de anticuerpos contra el virus del herpes pueden identificar si una persona está infectada con este virus, incluso entre brotes.

Un resultado positivo en una persona que nunca ha tenido un brote indicaría una exposición al virus en algún punto del pasado. Tratamiento El herpes genital no se puede curar. Se pueden recetar antivirales (como aciclovir o valaciclovir): Ayudan a aliviar el dolor y la molestia durante un brote al sanar las úlceras más rápidamente.

Estos fármacos parecen funcionar mejor durante un primer ataque más que en los brotes posteriores. En caso de brotes repetitivos, el medicamento se debe tomar tan pronto como el hormigueo, el ardor o la picazón comiencen o tan pronto como aparezcan las ampollas. Las personas que tienen muchos brotes pueden tomar estos medicamentos diariamente durante un tiempo.

Esto puede ayudar a prevenir brotes o a acortar su duración. También puede reducir la probabilidad de transmitirle el herpes a alguien más. Las mujeres embarazadas se pueden tratar para el herpes durante el último mes del embarazo para reducir la probabilidad de tener un brote en el momento del parto. Si hay un brote alrededor del momento del parto, se recomendará una cesárea para reducir la probabilidad de infectar al bebé.

Los efectos secundarios son poco comunes durante tratamiento con aciclovir y valaciclovir. Siga las indicaciones del médico sobre cómo cuidar los síntomas de herpes en casa. Grupos de apoyo El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo para el herpes. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.

Expectativas (pronóstico) Una vez que usted resulta infectado, el virus permanece en su cuerpo por el resto de su vida. Algunas personas nunca sufren otro episodio, mientras que otras tienen brotes frecuentes que se pueden desencadenar por fatiga, enfermedad, menstruación o estrés. Posibles complicaciones Las mujeres embarazadas que tienen una infección por herpes activa cuando dan a luz pueden transmitirle la infección a su bebé.

El herpes puede ser grave y potencialmente mortal para los bebés recién nacidos. Es importante que su médico sepa si usted tiene úlceras por herpes o si ha tenido brotes. Esto permitirá que se tomen medidas para evitar que transmita la infección al bebé. El virus se puede propagar a otras partes del cuerpo, incluso el cerebro, los ojos, el esófago, el hígado, la médula espinal o los pulmones.

Estas complicaciones se presentan con frecuencia en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado, debido a VIH o ciertos medicamentos. Cuándo contactar a un profesional medico Consulte con el médico si tiene cualquier síntoma de herpes genital o si presenta fiebre, dolor de cabeza, vómitos u otros síntomas durante o después de un brote de herpes.

Prevención Si usted tiene herpes genital, debe comentarle a su pareja que padece la enfermedad, incluso si no tiene síntomas. Los condones son la mejor forma de protegerse contra el contagio del herpes genital durante la actividad sexual. El uso correcto y continuo del condón ayuda a evitar la propagación de la enfermedad.

Sólo los condones de látex previenen la infección. Los condones de membranas animales (piel de oveja) no funcionan debido a que el virus los puede penetrar. El uso del condón femenino también reduce el riesgo de transmisión del herpes genital. Si bien es muy poco probable, se puede contraer herpes genital aun con el uso del condón. Nombres alternativos Herpes en los genitales; Herpes simple genital; Herpesvirus 2; VHS-2